El problema del cambio climático. ¿La solución es solo un sueño o hay esperanza?
El tema del calentamiento global ha venido presentando muchos matices desde hace varios años. Seguimos observando que, a nivel mundial, se producen constantemente nuevas iniciativas y propuestas por parte de los gobiernos, los sectores empresariales y educativos y la misma sociedad civil, buscando mitigar los efectos de ese “monstruo” que ha llegado a ser una realidad gracias a la propia mano del ser humano.
Un sinnúmero de información proveniente de investigaciones y estudios especializados han salido a la luz pública, generando diversas opiniones y reacciones alarmantes. Esto incluye hipótesis y elementos de diferente tipo, tales como las fuentes de contaminación del medio ambiente —el incremento excesivo del dióxido de carbono generado por automóviles, combustiones no controladas en fábricas, gases de efecto invernadero, desechos industriales arrojados a fuentes hídricas, la ganadería y agricultura extensiva, la industrialización generalizada sin procesos ambientalmente eficientes, la deforestación y la explotación desbordada de los recursos naturales sin ninguna conciencia social— y el desequilibrio químico-biológico de los diferentes agentes que componen y se interrelacionan dentro de la atmósfera.
Algo importante es que hemos sido testigos fieles y estamos viviendo en carne propia, no solo los efectos del cambio climático, sino también la suma de los errores del pasado en materia de medio ambiente a nivel global, que repercute en todo y con todo lo que nos rodea. Es así que, aún siendo conscientes de que estas secuelas empeorarán sustancialmente en un futuro bastante cercano —con la continua degradación de las fuentes de agua principales como los polos, los glaciares montańosos y páramos, entre otros—, muchos siguen con la misma actitud indiferente de siempre frente al tema.
El ver el problema desde una sola óptica termina convirtiéndose en un enfoque reduccionista, debido a que este proviene de la integralidad de los sistemas y sus componentes, especialmente aquellos que tienen que ver con el ser humano de manera directa. En este caso podemos identificar uno de los focos principales a tener en cuenta, protagonista de la mayor relevancia en el efecto del cambio climático: el modelo energético actual.
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