Authentic leadership and knowledge management

Liderazgo auténtico y gestión del conocimiento

El liderazgo desempeña un papel importante en la creación de valor, la innovación y el establecimiento de estrategias de gestión y aplicación del conocimiento. En el contexto del liderazgo, existe un debate sobre la ética y la autenticidad, especialmente tras los escándalos en los que se han visto implicados altos dirigentes de algunas organizaciones, principalmente las estadounidenses Enron y Arhur Endersen. El objetivo de este trabajo es presentar la teoría del liderazgo auténtico, basada en los supuestos de autenticidad y fuertes valores éticos/morales. Se trata de una conducta interesante para las organizaciones intensivas en conocimiento, ya que se preocupan por crear un entorno organizativo positivo, centrado en un rendimiento real y sostenible. La ética y la autenticidad en las relaciones pueden favorecer la creación y el intercambio de conocimientos. Existen muchas posibilidades para futuros estudios (empíricos) que analicen el liderazgo auténtico y su desarrollo en entornos sociales y organizativos.

1. INTRODUCCIÓN

​La sociedad vive un periodo de transformación, marcado por un proceso de reorganización y reestructuración de su cosmovisión, de sus valores básicos y de sus estructuras sociales y políticas (Castells, 1999). Las actividades que constituían el eje central de las organizaciones dejan de ser las que tienen por objeto producir o distribuir objetos para convertirse en las que producen y distribuyen información y conocimiento (Drucker, 1993). El conocimiento se ha convertido en el principal activo de la economía global actual (Wong, 2005; Sousa, 2010). Esta realidad obliga a las organizaciones a reformular sus estructuras y a considerar la gestión del conocimiento como crucial para mantener la competitividad organizativa (Wong, 2005; Sun, 2010).

Siendo un tema emergente, la Gestión del Conocimiento ha pasado a formar parte, sólo recientemente, de los discursos organizativos y académicos (Kebede, 2010) y, debido a su novedad, aún se encuentra en fase de desarrollo (Darroch, 2005). Sin embargo, se sitúa como un componente clave para que la organización obtenga mejores resultados y siga siendo competitiva (Spender & Grant, 1996; Davenport & Prusak, 1998; Bose, 2004). La gestión del conocimiento establece las normas de interacción entre tecnologías, técnicas y personas (Bhatt, 2001) y se refiere a la capacidad de una organización para crear nuevos conocimientos, difundirlos en la organización e incorporarlos a sus productos, servicios y sistemas (Nonaka & Takeuchi, 1997).

La gestión del conocimiento proporciona un amplio conjunto de procesos dirigidos a identificar fuentes relevantes de datos e información en las organizaciones y su posible conversión en conocimiento y posterior difusión en las diferentes partes de la organización donde sean necesarios (Lakshman, 2009).