Janeth Carrillo Franco Médica,
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia
Doctora en Salud Pública, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia
Gestora de investigación, Fundación Universitaria del Área Andina, Bogotá, Colombia
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Minería: impacto social y ambiental en contextos de dependencia económica

La actividad minera es, y ha sido, uno de los pilares de la economía de muchos países latinoamericanos. Desde la época colonial, el interés por los metales preciosos, en su momento oro y plata, condujo a la actividad extractiva y al despojo de los pueblos nativos a lo largo y ancho de América Latina (Galeano, 1971). P

ara Colombia, la minería representa uno de los ejes de crecimiento económico, especialmente las actividades de exploración y explotación de petróleo y la explotación carbonífera (UPME, 2014). Desde las minas de carbón a cielo abierto —como las del Cerrejón en la Guajira—, los enormes campos de extracción de petróleo —como el de Rubiales en el Meta—, las operaciones de explotación de oro aluvial mediante la operación de cucharas y dragas de succión en el bajo Cauca antioqueño o la extracción de níquel y la fundición de ferroníquel en Cerro Matoso (Córdoba) hasta la minería de subsistencia que se desarrolla de manera artesanal a través del barequeo —con instrumentos artesanales como la batea en los ríos—, el sector minero representa un componente fundamental de las exportaciones colombianas, en crecimiento en las dos últimas décadas.

La Constitución Nacional colombiana define que el Estado es propietario del subsuelo. Su artículo 369 establece que las empresas que exploten sus recursos naturales no renovables deben pagar una contraprestación económica a título de regalía a los departamentos, municipios y distritos donde se adelante esta operación. Aunque la minería, al igual que otros productos de exportación como el café, representa una actividad prometedora debido a la riqueza y diversidad de este tipo de recursos en el territorio nacional, no impacta de manera efectiva el desarrollo de la industria u otras formas de inserción en los mercados globales. Seguimos siendo un país que depreda sus recursos para venderlos en el exterior al precio que fijen el mercado y el comprador. Los réditos son sustanciosos cuando se presentan bonanzas de buenos precios; no obstante, cuando los mercados caen, el impacto social y ambiental al interior de las comunidades se deja ver con fuerza.

Muchos municipios colombianos viven de las regalías, privilegiando su actividad económica en las actividades extractivas por encima de las agropecuarias o industriales...