Evaluation of a facility location for a food assistance supply chain. The case of Bienestarina in Colombia

Evaluación de la localización de instalaciones para una cadena de suministro de asistencia alimentaria. Caso Bienestarina en Colombia

La evaluación de la configuración estratégica de la cadena de suministro se considera una decisión fundamental en logística, especialmente en cadenas de suministro de asistencia alimentaria cuyo objetivo es mejorar las condiciones nutricionales de poblaciones en situaciones de vulnerabilidad. Colombia cuenta con un programa estatal denominado Bienestarina, que busca promover la seguridad alimentaria de los sectores más vulnerables de la población. Aunque el programa es apoyado por el gobierno y contribuye a mejorar las condiciones nutricionales, actualmente se presentan inconsistencias en los flujos de carga, falta de cobertura en algunas áreas y demoras en las entregas. Por lo anterior, este trabajo busca evaluar la configuración actual de la cadena y proponer mejoras relacionadas con la localización de instalaciones. Esta mejora permitiría el incremento en la eficacia de la red y la reducción de la desnutrición en el país. Para este propósito, se presenta un modelo de programación matemática entera mixta que considera el criterio de distancia ponderada para diferentes escenarios de demanda y soporta la decisión de localización-asignación en una cadena de suministro de asistencia social. La configuración de red actual se comparó con la estructura óptima propuesta. Las comparaciones muestran grandes diferencias entre las asignaciones actuales y los escenarios propuestos por el modelo matemático, sugieren cambios en la localización actual de los almacenes, y genera implicaciones de política pública para la reducción del costo logístico en el sistema, priorizando a su vez la cobertura de la demanda.

Introducción

La subnutrición es un problema creciente. En 2018, el 5,5% del total de la población latinoamericana pasó hambre. El problema es crítico, especialmente en los niños, donde los datos oficiales reportan que 4 millones de niños menores de cinco años están en bajo peso, 700 000 están en desnutrición aguda, y 4´8 millones sufren desnutrición crónica (FAO et al., 2019)

Ante esta situación, algunos países latinoamericanos como Argentina, Chile, Ecuador, Perú, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Cuba, México, Nicaragua, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Haití, Panamá y Honduras han creado estrategias para garantizar un adecuado acceso a la nutrición de las poblaciones más vulnerables (UNICEF, 2006), a través de la producción y distribución de productos de alto valor nutricional.

Una de las estrategias para combatir la desnutrición es el suministro continuo de alimentos a la población vulnerable. Ese enfoque entrega alimentos o alimentación complementaria para mejorar la ingesta de alimentos de alto valor nutricional (López-Arana et al., 2016). Otras estrategias son las transferencias monetarias directas a la población objetivo o las transferencias monetarias indirectas para aliviar el coste de los alimentos y aumentar la variedad de productos de consumo (De Groot et al., 2017).