Restoration of ancient bronze bells. Part II: welding
Restauración de campanas de bronce antiguas. Parte II: soldadura
Una gran cantidad de campanas de los siglos XVI al XIX de iglesias del Altiplano chileno se encuentran dañadas por el uso durante siglos y caídas por los sismos que afectan la región. Algunas presentan grietas, a otras les faltan pedazos. El objetivo fue emplear un método eficiente de soldadura para restaurar aquellas piezas con trozos faltantes, dejando un mínimo rastro de la restauración y permitiendo una larga vida útil. Se muestra la reparación de una copia con defectos de fundición de una campana a la que faltaban trozos. En un primer método se empleó una aleación similar a la pieza, eliminando el problema de incompatibilidad de materiales entre el aportado para soldar y la campana. Se analizó por fluorescencia de rayos X una muestra de la zona a reparar, con estos datos se fundieron barras para emplear como soldadura y placas de equivalente geometría para completar las partes faltantes. El segundo método empleado fue de soldadura aleación plata-estaño, con revestimiento fundente. En ambos casos los resultados indicaron buena unión, sin embargo en el segundo, el costo fue más elevado y el color diferente acusa la restauración. En ambas restauraciones la aleación permaneció en fase a, que es dúctil y no presenta problemas de envejecimiento. Exámenes de ultrasonidos y líquidos penetrantes no detectaron grietas. Se justifican estos trabajos por la gran cantidad de valiosas campanas del período colonial que se encuentran dañadas y fuera de servicio. Necesitan ser conservadas, porque encierran una riqueza que es patrimonio cultural de la nación.
INTRODUCCIÓN
Con el fin de convertir las colonias de América al catolicismo, desde finales del siglo XVI se levantó un gran número de iglesias. Esto ocurrió también en el altiplano y la precordillera en la parte más septentrional de Chile. En esta zona aún se pueden encontrar muchas iglesias y campanas coloniales. Han sobrevivido al uso y a los terremotos durante siglos. La arquitectura de entonces era una combinación del estilo español de los siglos XVI y XVII con materiales locales y mano de obra indígena. En el norte de Chile, los pueblos indígenas siguen apreciando sus iglesias y campanarios, ya que son parte integrante de la cultura local. Las iglesias y sus campanarios formaban parte de sus vidas, con fiestas religiosas, procesiones y ritos que todavía se celebran allí. Las campanas eran muy importantes para llamar a los feligreses a las celebraciones y a la misa. Según la tradición católica, el tamaño de las campanas estaba en función del número de habitantes de un pueblo o ciudad; por ejemplo, para un pueblo de 5.000 habitantes, una campana debía tener un peso aproximado de 1.000 kg [1]. Cada campana de torre tenía más de una campana, una grande y otras pequeñas que se utilizaban para los servicios cotidianos.
Las técnicas de fundición se basaban en las tecnologías europeas, pero no había patrones fijos para la geometría, salvo en algunos casos. Se colocaban en un molde con una mezcla de arcilla y arena (todavía se pueden encontrar algunos restos adheridos a los dobleces de las campanas).
Recursos
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Idioma:inglés
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