Es algo sano y necesario volver la mirada a la tierra y, al contemplar sus bellezas, reconocer el asombro y la humildad
Bióloga marina, escritora y conservacionista norteamericana, reconocida como una de las primeras mujeres del movimiento ecologista. Con su libro “Primavera silenciosa” (1962) y otras publicaciones como “The Sea Around Us” (1951), inspiró el nacimiento del movimiento ecologista moderno. A finales de la década de 1950, empezó a trabajar en la National Audubon Society, donde realizó varias investigaciones sobre la afectación medioambiental generada por diversos pesticidas como el DDT. Su legado científico fue fundamental para generar conciencia en la sociedad sobre las problemáticas y los peligros de la contaminación ambiental.
Rachel Louise Carson nació en una granja de Springdale, Pensilvania, a orillas del río Allegheny. Fue la tercera hija de la cantante solista Maria Frazier McLean y el vendedor de seguros Robert Warden Carson. A la edad de ocho años, empezó a escribir historias relacionadas con animales y la naturaleza. Cuando tenía once años, publicó su primer cuento en la revista St. Nicholas Magazine. En su tiempo libre, disfrutaba paseando por las 26 hectáreas de la granja de su familia. Su madre fue esencial para que la futura bióloga se apasionara por la lectura y el medioambiente. Entre sus primeras lecturas se destacan autores como Helen Beatrix Potter, Gene Stratton-Porter, Robert Louis Stevenson, Herman Melville y Joseph Conrad. Carson realizó sus primeros estudios en el colegio Springdale y se graduó de bachillerato en una escuela cercana al Instituto Parnassus de Pensilvania como la mejor estudiante de su promoción en 1925.
Rachel Carson inició sus estudios universitarios en lengua y literatura inglesa en el Pennsylvania College for Women (actualmente la Universidad de Chatham), donde empezó a orientarse por la vocación de bióloga. Carson era una mujer supremamente aplicada en el estudio. Se graduó magna cum laude en 1929 y realizó una maestría en zoología en la Universidad Johns Hopkins, donde consiguió el título en 1932. Tras su graduación, intentó empezar un doctorado, pero se vio obligada a trabajar como profesora de escuela para solucionar una crisis económica familiar.
Con la muerte de su padre en 1936, la bióloga empezó a trabajar como limnóloga en la Administración de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (FWS). Durante este tiempo, realizó varias publicaciones para revistas, trabajó en investigaciones sobre los ecosistemas marinos y creó guiones radiofónicos sobre el tema. Sus investigaciones fueron elogiadas por el público y le trajeron un gran éxito y reconocimiento en el ámbito científico, tanto que se le delegó el cargo de editora en jefe del FWS.