San Juan Bosco fue un sacerdote y escritor italiano de origen humilde con una gran vocación pedagógica. Se le atribuye la fundación de la orden salesiana.
Cuanto más sabe uno, más se convence, que es un ignorante.
San Juan Bosco (Giovanni Melchiorre Bosco o Don Bosco), un sacerdote y escritor italiano de origen humilde con una gran vocación pedagógica a quien se le atribuye la fundación de la orden salesiana, nació en la ciudad de Becci (en el Reino de Piamonte-Cerdeña, Italia) el 16 de agosto de 1815. A raíz de la pérdida de su padre a una temprana edad tuvo que asumir la responsabilidad del sustento familiar.
Pese a las condiciones limitadas en las que creció y la desaprobación de sus hermanos, su vocación por el sacerdocio fue la motivación para trabajar en toda clase de oficios y de esa forma pagar su educación.
Don Bosco ingresó al seminario arzobispal de Turín en 1835 y fue ordenado sacerdote en 1841. Gracias a la influencia de St. Joseph Cafasso, se dedicó a ayudar a jóvenes marginados que llegaban a la ciudad, por medio de la educación, la evangelización y la recreación.
Como consecuencia de esta primera experiencia y de su admiración por la labor de San Francisco de Sales, pocos años después (1844) fundaría el primer Oratorio Salesiano en Valdocco (Turín), que llevó el nombre de San Francisco de Sales, el cual fue de gran significancia para Don Bosco, tal como describe en las memorias sobre su experiencia educativa y pastoral entre 1873 y 1879.
Más adelante, en 1851 estableció la Congregación de los sacerdotes de San Francisco de Sales en asociación con otros 22 compañeros, conocida como los Salesianos de Don Bosco que fue aprobada en 1860.