Children’s Safety and Security

Seguridad infantil

Actualmente nos enfrentamos a un nuevo problema en los países occidentales, es decir, cómo preservar la identidad cultural y personal de los inmigrantes y, al mismo tiempo, garantizar la seguridad de nuestros habitantes y ciudadanos. Este es un campo enorme que involucra tanto un amplio número de culturas y situaciones diferentes, como las dificultades adicionales causadas por el terrorismo. Aunque los valores culturales son esenciales, es extremadamente importante evitar la ambigüedad. Si bien el registro de nacimientos en todo el mundo brinda a los niños derechos civiles, que incluyen atención médica, servicios sociales y educación, la seguridad también aumenta gracias a la identificación personal. La pobreza extrema agrega más riesgos. La educación es un aspecto importante en la prevención de actos criminales y terrorismo, porque es más fácil para las asociaciones criminales y el terrorismo reclutar personas al margen de la pobreza y el aislamiento social. En el crisol existente actualmente, los nombres carecen de constancia y confiabilidad como base para la identificación.

El respeto de la identidad de los niños, bajo diferentes puntos de vista, es un enorme problema que implica algunos aspectos relacionados con la seguridad tanto en los países industrializados como en las zonas subdesarrolladas. Uno de los métodos más utilizados para identificar a las personas es el nombre. Todo el mundo tiene un nombre, pero la forma de asignar nombres y registrarlos es diferente en todo el mundo y el uso de los apellidos varía según las culturas. Los sistemas jurídicos y administrativos de muchos países tienen dificultades con los nombres no europeos, que pueden, por ejemplo, tener secuencias diferentes, tener componentes adicionales en el nombre, pueden ser incompletos, pueden asignarse de maneras poco familiares (por ejemplo, el apellido puede provenir de la línea matriarcal en lugar de la patriarcal, cambian de maneras o a veces son extraños a las tradiciones locales) y pueden variar según el contexto local.

Como ha informado el UNICEF, hoy en día muchos niños no tienen una identidad formal. Tener una identidad oficial es un derecho humano fundamental. También es una prueba de la relación del niño con sus padres, su familia, su nacionalidad. Más tarde, cuando los niños no registrados crecen, pueden ser incapaces de solicitar un trabajo formal o un pasaporte, abrir una cuenta bancaria, obtener una licencia de matrimonio, votar u obtener la seguridad social.

Todos los días, los programas de noticias informan sobre niños en zonas de guerra y en países subdesarrollados que pierden tanto su identidad personal como su identidad cultural y familiar. Los sufrimientos de los niños durante la guerra son uno de los aspectos más feos de la misma. Además, para muchos niños las dificultades y el sufrimiento no terminan cuando la guerra termina. Tras la guerra, los niños engendrados por soldados extranjeros o enemigos se convierten en víctimas del acoso social y no reciben las prestaciones sociales disponibles para la mayoría de los niños.

Estos llamados niños de la guerra suelen ser socialmente estigmatizados y se les niega incluso la educación más elemental y la seguridad social. Los niños de la guerra sufren la pérdida de la identidad porque pueden no saber quién es su padre, y en muchos casos incluso quién es su madre.