Helminths as Weapons of Bioterrorism: an Unrecognised Threat

Helmintos como armas del bioterrorismo: una amenaza no reconocida

Los gusanos parásitos, más comúnmente conocidos como helmintos, tienen un efecto significativo en la salud humana mundial. Sin embargo, este grupo de patógenos ha sido pasado por alto por los investigadores y analistas del bioterrorismo como posibles agentes que pueden ser convertidos en armas y desplegados por grupos terroristas o estados delincuentes. Por primera vez, se destacan los peligros que plantean estos agentes junto con el potencial del grupo para convertirse en armas. También se proponen las primeras estrategias de biodefensa contra las armas biológicas helmínticas.

Armas biológicas

El siglo XXI ha sido llamado ´La Era del Terrorismo´ debido al número de ataques terroristas que han ocurrido internacionalmente en los últimos 15 años [1]. Tradicionalmente, las preocupaciones de seguridad se han centrado en las amenazas nucleares y de bomba. Sin embargo, en los últimos años la preocupación por las armas biológicas ha aumentado [2]. Esto se debe en parte a muchos casos de desarrollo de armas biológicas por parte de terroristas en las últimas décadas, en particular Aum Shinrikyo en Japón y el terrorista de las cartas con ántrax en los Estados Unidos [3,4]. También se debe al aumento de la disponibilidad de información y tecnología necesaria para convertir en armas los agentes biológicos [5].

Las armas biológicas son formidables por varias razones. Lo más importante es que son tan efectivas, si no más, que las armas nucleares o químicas debido a la transmisibilidad de muchos agentes y su capacidad para infligir altos niveles de morbilidad y mortalidad [6]. Las armas biológicas también son extremadamente baratas de producir en comparación con las armas nucleares que requieren elementos radiactivos enriquecidos o las armas químicas que a menudo requieren compuestos controlados o difíciles de producir [7]. El equipo necesario para producir armas biológicas tampoco está reglamentado en gran medida debido a su uso común en las industrias de la educación, la agricultura y la investigación [8]. Las escasas barreras tecnológicas y de conocimientos para la producción de armas biológicas significan que las personas no formadas en ciencias biológicas pueden todavía ser capaces de convertir en armas y dispersar agentes biológicos con éxito [1]. Lo más importante es que el efecto retardado de las armas biológicas permite la liberación no detectada y la facilidad de escape de quienes perpetran un ataque biológico [2]. Estas cualidades, junto con el propuesto bajo nivel de preparación de la mayoría de las naciones desarrolladas para tales ataques, hacen que las armas biológicas sean una temible amenaza para la seguridad del Estado y la salud pública [9].

Helmintos como armas biológicas

El enfoque actual de las armas biológicas se ha dirigido en gran medida a los agentes bacterianos y virales, así como a las toxinas biológicas [10]. Los priones y los patógenos fúngicos también se han discutido en una medida limitada [1,11]. Sin embargo, a pesar de sus amplias repercusiones en la salud pública y de que se ha registrado por lo menos un caso de helmintos que se han utilizado como arma biológica, el grupo ha recibido poca atención [12].