Investigación es lo que hago cuando no sé lo que estoy haciendo.
Ingeniero mecánico y aeroespacial alemán, reconocido por ser el creador del cohete V-2 para la Alemania nazi y el cohete Saturno 5 para la NASA. Su historia estuvo llena de polémicas debido a que sus primeros trabajos en la mecánica de cohetes fueron realizados apoyando la creación de armas para el Tercer Reich. Sin embargo, su trabajo científico fue esencial para que Estados Unidos liderara la carrera espacial frente a Rusia.
Wernher von Braun fue el segundo de los tres hijos del barón Magnus von Braun, un servidor público que con el tiempo logró ser Ministro de Agricultura en la República de Weimar, y la baronesa Emmy von Quirstorp, descendiente de aristócratas franceses, daneses e ingleses. A la edad de ocho años, luego de confirmarse por la iglesia luterana, el pequeño niño recibió un telescopio obsequiado por su madre. Este detalle, sumado a la lectura de novelas de autores como Julio Verne y H. G. Wells y la audacia de personajes como Max Valier y Fritz von Opel en las carreras de autos impulsados por cohetes, generaron en Wernher von Braun un apasionamiento por los cohetes. A la edad de 12 años, pegó fuegos artificiales a un carro de nieve. El experimento culminó con una estruendosa explosión en la calle y Wernher en la comisaría.
Mientras realizaba sus estudios secundarios en un internado, Wernher von Braun consiguió una copia del libro En Cohete Hacia el Espacio Interplanetario, un trabajo escrito por un pionero en la creación de cohetes, el físico Hermann Oberth. Aunque no la entendió la publicación debido a sus datos técnicos, la base del texto le encantó de manera tal que impulsaron en Wernher el sueño de viajar al espacio. Nadie presagió que un hijo de aristócratas, el cual podía vivir de su herencia, se convirtiera en un científico prolífico.
En 1928, con su traslado a un nuevo internado en la isla Frisia de Spiekeroog, el joven Wernher se enfocó en materias como física y matemáticas, necesarias para sus ambiciones espaciales. Dos años después, se matriculó en la Universidad Técnica de Berlín y se vinculó con la Sociedad de Vuelos Espaciales. En este espacio conoció a científicos como Max Valier y al autor del libro que los inspiró en sus sueños espaciales, Hermann Oberth. Luego de su graduación como ingeniero mecánico, ingresó en la Universidad Friedrich Wilhelm para efectuar un doctorado en física, graduándose en 1934.