“Se está abriendo hoy en el país un espacio para denunciar, para que esto no quede en la impunidad [...] nosotras pedimos justicia y reparación [...] No solo hablamos nosotras, nuestros cuerpos también van a hablar”
Sara Morales
Durante las décadas del conflicto interno colombiano, los ejércitos irregulares reclutaron a la fuerza hombres, mujeres, niños y niñas, quienes fueron víctimas sometidas a los vejámenes más terribles y horripilantes. Hoy en día, muchos de estos crímenes se están dando a conocer gracias a varias organizaciones.
Una de ellas, la Corporación Rosa Blanca, es una iniciativa fundada por dos mujeres vinculadas forzosamente por las hoy desmovilizadas FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), Sara Morales y Vanesa García, quienes decidieron denunciar e inspirar a otras víctimas a levantar su voz en contra de la impunidad y de la repetición de hechos violentos en contra de las mujeres.
Sara Morales es oriunda de Barrancabermeja (Santander, Colombia). Fue raptada cuando tenía tan solo 11 años y cursaba primero de bachillerato. Un día fue a comprar el desayuno cuando, de repente, aparecieron unos hombres armados que se la llevaron a la fuerza junto a más de 50 niños. Recuerda que los menores eran forzados a realizar ejercicio hasta quedar agotados. Luego, el comandante Marlon les colocaba una bota en la cara y les gritaba: “Acá se están entrenando para ser hombres para la guerra y no monjas para un convento”.
Pasados 15 días, fue violada por los comandantes del bloque Magdalena Medio de las FARC, hecho que se repitió más de 50 veces, de acuerdo a sus palabras. Hubo veces en que los abusos fueron tan extremos que sus partes íntimas fueron desgarradas y debió recibir cuidado médico (igualmente brutal, al ser cocida sin anestesia). En cierta ocasión la escondieron durante 15 días, debido a las golpizas y el abuso sexual excesivo.
A los 17 años quedó embarazada producto de una violación. Su hija nació al cumplir los 18 años y, pocos días después, la separaron de ella. En algún momento decidió informar sobre una de las violaciones a sus superiores; sin embargo, estos la obligaron a bailar con su abusador.