Andrés Felipe Espinosa Pineda
Ingeniero de materiales, Universidad de Antioquia (Medellín, Colombia)
Estudiante de maestría en Materiales para Ingeniería
Universidade Federal de Itajubá (Itajubá, MG, Brasil)
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Nanomateriales: la era de lo nano

El término nanotecnología se ha venido utilizando ampliamente estos últimos ańos en casi todos los campos de la ciencia, la ingeniería y hasta en las rutinas diarias de cualquier persona. Proviene del latín nanus, que significa enano y se usa como prefijo en ciertas palabras para denotar que algo es una milmillonésima o una billonésima parte de una unidad. Por ejemplo, la voz nanosegundo equivale a la billonésima parte de un segundo o nanómetro la billonésima parte de un metro. La nanotecnología es, entonces, la creación, la manipulación y la aplicación de dispositivos, sistemas o materiales en una escala nanométrica dentro del intervalo de uno a cien nanómetros (1-100 nm). Si tomáramos un cabello humano, midiéramos su diámetro y dividiéramos ese valor por cien, aún no estaríamos hablando de escala nanométrica. La nanotecnología manipula la materia a nivel atómico o molecular en sus formas más elementales. A nivel nanométrico los materiales poseen propiedades físico-químicas específicas que pueden ser diferentes de las propiedades de dichos materiales a escala macroscópica o con tamańos de partículas de mayores dimensiones.

Actualmente el mundo está volcado al estudio, desarrollo y búsqueda de aplicación de los nanomateriales. Los Estados Unidos lideran la inversión en el desarrollo de la nanotecnología, con un presupuesto de 1,8 billones de dólares solo para el ańo 2013. La Unión Europea y Japón ya han destinado alrededor de 1,7 billones y 850 millones de dólares respectivamente, mientras que países como China, Corea y Taiwán también dedican importantes rubros que, de manera consolidada, suman alrededor de 850 millones de dólares. Es por esto que distintos tipos de nanomateriales están siendo descubiertos cada día y sus aplicaciones van en constante desarrollo y crecimiento, consiguiéndose cada vez productos finales más livianos, resistentes, versátiles y de menor costo. Algunos de ellos ya se encuentran en fase de comercialización en áreas como la electrónica, las tecnologías energéticas, la alimentación, la agricultura, la salud y los bienes de consumo...