Biodegradabilidad y propiedades mecánicas de mezclas poliméricas
Biodegradability and Mechanical Properties of Polymeric Mixtures
Los plásticos encuentran cada vez más aplicaciones en nuestra vida cotidiana, en productos como botellas y automóviles, para embalajes, etc. Se han barajado varias posibilidades para minimizar el impacto ambiental causado por el uso de polímeros convencionales. Una alternativa importante son los polímeros biodegradables, que pueden degradarse por la acción de microorganismos naturales, como bacterias, hongos o algas. Las aplicaciones tecnológicas de los polímeros biodegradables suelen requerir mejoras en sus propiedades mecánicas. En este contexto, se han obtenido novedosas mezclas de polímeros para aplicaciones económicas. En el presente trabajo se describe la metodología de preparación de nuevas mezclas poliméricas. Las mezclas contienen diferentes cantidades de almidón, con Poli (e-caprolactona)-(PCL), Poli (ß-hidroxibutirato)-(PHB) y Poli (ß-hidroxibutirato-cob- hidroxivalerato)-(PHBV). La resistencia a la tracción de las mezclas con un 50% en masa de almidón fue un 35% y un 60% inferior a la de los PCL y PHBV puros, respectivamente. Tras la exposición a microorganismos en lodo activado, las mezclas de PCL o PHBV con mayores cantidades de almidón muestran mayores tasas de degradación.
INTRODUCCIÓN
Los productos fabricados con polímeros sintéticos convencionales se consideran inertes al ataque inmediato de los microorganismos. Esta propiedad hace que estos materiales tengan una larga vida útil y, en consecuencia, causen graves problemas medioambientales, ya que, una vez desechados, tardan una media de 100 años en descomponerse por completo(1-3), lo que aumenta la cantidad de residuos plásticos que se eliminan diariamente en el medio ambiente[4].
Como solución a este problema han surgido los polímeros biodegradables que, al entrar en contacto con diversos tipos de microorganismos, se degradan rápidamente[1].
En los últimos años ha crecido el interés por los polímeros biodegradables en todo el mundo, especialmente cuando se considera el desarrollo de nuevos productos que tengan un menor impacto medioambiental. Sin embargo, debido a su elevado coste en comparación con los polímeros convencionales, el uso de este tipo de polímeros sigue siendo inviable para la mayoría de las empresas. Un ejemplo es el polietileno de baja densidad (LDPE), utilizado en muchos productos cotidianos como envases y otros artefactos, que cuesta alrededor de 1 dólar por kilo, mientras que un kilo de un polímero biodegradable cuesta una media de entre 5 y 8 dólares[4].
Recursos
-
Formatopdf
-
Idioma:portugues
-
Tamaño:75 kb