Los conflictos del lenguaje: El lenguaje, una caja de Pandora
Language Conflicts: Language, a Pandoras Box
El presente artículo de reflexión tiene su fuente en la investigación “Los lenguajes del poder”, desarrollada en la Universidad de Manizales en el 2010. Esta es una discusión sobre el lenguaje, sus lógicas, su organización, y las maneras que los humanos adoptan en el proceso comunicativo, y que pueden generar conflictos. Por tanto, la apuesta de este texto es cuestionar el papel del lenguaje y su responsabilidad en el nacimiento de los conflictos; es aventurarse a descargar en el lenguaje mismo los conflictos de la Humanidad; esta mirada, en todo caso, nos impulsa a seguir pensando e investigando las funciones, los repliegues, los despliegues y las mismas misiones de los lenguajes.
INTRODUCCIÓN
Si hay un grado cero de la escritura, sería interesante preguntarle a las metáforas de la guerra o de los conflictos por su grado cero:
El grado cero de la metáfora se daría en el hecho mismo de nombrar. Dar cierto nombre a “algo”, llamarlo abeto, democracia o respeto, es trasladar a ese “algo”, aún sin nombre, el significado que ya tienen nombres como “abeto”, “democracia” o “respeto” (Lizcano, 2006, p. 123).
El lenguaje como generador de conflictos nos tendría respuestas en las metáforas, en las formas como nombramos, puesto que si cosmos, en su origen, significa la manera como el general organizaba las tropas para el combate, eso ya nos sugiere que las mismas expresiones que tenemos para comprender el orden nos llevan por caminos farragosos. Entonces, precisaremos de nuevas metáforas que nos muevan a riquezas interpretativas, no para suprimir los conflictos, sino para reconocerlos y abordarlos desde el mismo lenguaje.
Dentro de la riqueza interpretativa es que una obra de arte se disfruta de diferentes modos, pero en cuanto al lenguaje público, el del poder, esa libertad es menor, pues en la confusión los peligros son mayores, los conflictos nacen y se reproducen a velocidades escabrosas. En esta sociedad del riesgo, en la que nada está exento de convertirse en amenaza para el hombre, bien se puede afirmar que el lenguaje se ha constituido —al lado de la naturaleza y de lo económico— en un riesgo o en una posibilidad de creación. Existen palabras o verbos sospechosos, riesgosos, verbos que no dan idea de movimiento, y palabras que hacen confuso lo que parece claro, como lo advierte Austin (1955, p. 5):
Me refiero a palabras curiosas como “bueno” o “todos”, a verbos sospechosos tales como “poder” o “deber”, y a construcciones dudosas tales como la de los enunciados hipotéticos
Recursos
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Formatopdf
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Idioma:español
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