Naturaleza y alcances de la producción de conocimiento en geografía
Nature and scope of knowledge production in geography
Se presenta una aproximación a los orígenes y a la evolución del conocimiento de geografía para estimular a quienes se encuentran en el umbral de esta disciplina a la interpretación y al análisis de sus contenidos, su naturaleza y su alcance como ciencia aplicada. En la parte final del ensayo se plantearán algunas cuestiones sobre los alcances y el compromiso de quienes estamos invitados a hacer geografía, más que como disciplina aplicada como instrumento metodológico y sistemático que armonice la vida de las sociedades humanas y sus interdependencias.
INTRODUCCIÓN
a geografía (Geo: tierra, Graphos: descripción) se funda como disciplina del conocimiento hacia 1875 al trascender las antiguas visiones o formas de representar el mundo (Ortega Valcárcel, 2000). Se ubica así dentro del campo de las ciencias y adquiere representación en las diferentes instituciones educativas y sociedades geográficas alemanas. Por eso se dice que es un producto alemán.
Nace como resultado de los viajes y exploraciones que introducen cambios en la visión de la superficie terrestre y en el encuentro de nuevas culturas. Surge de la expansión colonial europea que incrementa el interés social por los nuevos conocimientos y por un espíritu nacionalista. Además, se crea de la elaboración de un proyecto conceptual y metodológico, y del reconocimiento institucional.
Albores de la geografía
Para no desprendernos de las corrientes europeas que se declaran depositarias de la cultura y del saber occidental, y hasta del saber oriental (¡sin ningún reparo!), citemos los inicios de la geografía en las expresiones pictográficas descubiertas por los antropólogos en las cuevas de Altamira (España) y Lascaux (Francia), entre otras (Leroy-Gourham, 1972).
En esos pictogramas se estimaban las distancias de la presa a ser cazada por el homínido; allí se daban los primeros asomos de hábitat, de reconocimiento del entorno geográfico, sus valles y sus desfiladeros. Por esos espacios transitaba el hombre urdiendo los caminos para evitar los accidentes o para valerse de ellos con el objetivo de cercar a su presa o de aislarse de las inclemencias del tiempo. Quizás sus descripciones del espacio no correspondían a una escala y a unos trazos enmarcados dentro del rigor de la línea o el ángulo, pero si describían sus observaciones espaciales, relacionándolas con los elementos a su alcance: un árbol, un risco, un acantilado, etc. Esa forma de leer su territorio no cambiaría con el paso de algunos años y ni siquiera con el paso de algunos milenios (Bordes, 1972).
Recursos
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Formatopdf
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Idioma:español
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Tamaño:145 kb