La investigación como camino para la actualización permanente del conocimiento
Research as a path for the permanent updating of knowledge
En este artículo se presentan algunos aspectos que tienen que ver con la investigación en el ámbito académico. En primer lugar, se plantea la imposibilidad de la objetividad sea un reto que deban asumir los investigadores; en este caso, se muestra como un aspecto que aumenta el compromiso de los investigadores. Posteriormente, se destacan los roles de quienes intervienen en una investigación académica. Se observa el papel del orientador y se mencionan algunas de las posibilidades que tienen los jurados frente a los trabajos investigativos de los tesistas. Esto lleva a que el final sea ejemplificado con lo que podría suceder con la evaluación de los informes finales de investigación.
INTRODUCCIÓN
Es innegable que una de las características del conocimiento científico debe ser la objetividad. Siempre se espera que cualquier investigación ofrezca algún aporte al ámbito en el que esté inscrita; esto implica que el investigador debe ser riguroso tanto en los métodos como en la presentación de resultados. Sin embargo, el miedo a salirse de los parámetros objetivos muchas veces opaca la experiencia, las perspectivas, la capacidad de análisis y, ante todo, la verdadera propuesta de un investigador.
Es común encontrar que cuando un investigador expone alguna idea o refuta otras conocidas, un lector espera las fuentes de esa propuesta; esto equivale a decir que solamente es válido el conocimiento presentado por autores —muchas veces, clásicos— y se tomará como una injuria o un irrespeto académico el contradecir a tales autores. En fin, esto limita la toma de posición del investigador a la hora de analizar información y presentar resultados.
Una preocupación surge cuando un trabajo investigativo es rechazado porque los datos presentados o las conclusiones no concuerdan con lo dicho por los autores de décadas pasadas. Aunque sea algo paradójico, en este caso sería ideal recordar una fuente clásica que, de alguna forma, nos exhorta y abre las puertas para que discutamos y replanteemos las posturas de los autores que para muchos son irrefutables (por no repetir “clásicos”): “La ciencia carece de axiomas evidentes; incluso los principios más generales y seguros son postulados que pueden ser corregidos o reemplazados. ... Tan pronto como ha sido establecida una teoría científica, corre el riesgo de ser refutada o, al menos, de que se circunscriba su dominio” (Bunge 33).
El investigador
Es pertinente la metáfora ya bien conocida de que si se afirma que la tierra es redonda, nos quemarán. Por eso, el papel de todos los implicados en la investigación científica va de la mano con el compromiso de reconocer que la teoría puede replantearse e ir cambiando.
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