Actividad anti-Staphylococcus aureus y anti-Klebsiella pneumoniae del cinamaldehído y sus interacciones con la ATP sintasa y FtsZ a través del acoplamiento molecular

Anti-Staphylococcus aureus and anti-Klebsiella pneumoniae activity of cinnamaldehyde and its interactions with ATP synthase and FtsZ through molecular docking

La creciente amenaza de bacterias multirresistentes ha intensificado la búsqueda de nuevos agentes antimicrobianos. Este estudio investigó el potencial antibacteriano del cinamaldehído contra Staphylococcus aureus y Klebsiella pneumoniae. Los resultados revelaron una potente actividad antibacteriana, con concentraciones mínimas inhibitorias y bactericidas de 64 y 32 μg/mL para S. aureus y K. pneumoniae, respectivamente, mostrando un espectro preferencial contra bacterias Gram negativas. Además, mediante acoplamiento molecular, se demostró que el cinamaldehído interactúa eficazmente con la ATP sintasa y FtsZ, con energías predictivas que respaldan su efecto bactericida. Estos hallazgos sugieren el potencial del cinamaldehído como agente antimicrobiano efectivo y respaldan su desarrollo futuro en el tratamiento de infecciones bacterianas resistentes.

INTRODUCCIÓN

Las infecciones bacterianas constituyen una importante amenaza para la salud humana, ya que pueden provocar morbilidad y mortalidad. En este contexto, dos patógenos de importancia médica Staphylococcus aureus y Klebsiella pneumoniae tienen una gran capacidad para causar infecciones graves. S. aureus está frecuentemente implicado en endocarditis, septicemia, síndrome de shock tóxico y, recientemente, neumonía secundaria en pacientes COVID-19 [1, 2]. K. pneumoniae está relacionado con infecciones del tracto urinario, neumonía y bacteriemia. Además, este microorganismo también se ha considerado un patógeno oportunista, ya que la mayoría de las infecciones se producen en individuos hospitalizados o inmunodeprimidos [3].

La resistencia bacteriana a los antibióticos y el consiguiente fracaso de la terapia antimicrobiana es un problema de salud pública en todos los países. Un informe de la OMS (2014) muestra que en 2050 el sector sanitario se enfrentará a crisis debidas a infecciones causadas por bacterias multirresistentes [4], y el uso indiscriminado de estos fármacos en diversos sectores de la sociedad contribuye a la presión selectiva de estos microorganismos multirresistentes [5]. El aumento de la resistencia bacteriana a los antibióticos está impulsando la búsqueda de nuevas alternativas terapéuticas, el reposicionamiento de los fármacos y la búsqueda de compuestos con una actividad antimicrobiana significativa [6].