Usos terapéuticos potenciales de los antagonistas opioides: Fisiopatología y evidencia preclínica
Potential Therapeutic Uses of Opioid Antagonists: Pathophysiology and Preclinical Evidence
El sistema opioide, del cual forman parte los péptidos opioides endógenos y sus receptores (Miu, Kappa, delta y ORL), tiene un papel importante en la fisiología de diferentes sistemas. Existe una creciente evidencia de su participación en la fisiopatología de múltiples trastornos del sistema nervioso central, endocrino e inmunológico. La modulación del sistema opioide mediante el uso de antagonistas específicos o inespecíficos de sus receptores puede tener un papel terapéutico en el manejo sintomático de diferentes contextos, incluyendo la intoxicación aguda por opiáceos, la dependencia a opioides, y la reducción de reacciones adversas de agonistas opioides utilizados en el manejo del dolor crónico. El presente trabajo tiene como objetivo revisar la farmacología de los antagonistas opioides específicos e inespecíficos, y realizar una actualización de sus posibles nuevas indicaciones y usos terapéuticos.
Introducción
La palabra opium proviene del griego opos que significa ‘jugo’, haciendo referencia al jugo derivado de la planta Papaver somniferum. A pesar de la gran controversia con el uso de los términos, opiáceo hace referencia a los alcaloides derivados de la morfina y del opio, que pueden ser de origen natural o sintético; mientras que los péptidos opioides endógenos son los ligandos naturales para los receptores opioides [1]. Se han identificado tres familias diferentes de opioides endógenos: endorfinas, encefalinas y dinorfinas, cada una derivada de polipéptidos diferentes. Las endorfinas derivadas de la prepropiomelanocortina, las encefalinas de la preproencefalina y la dinorfina de la preprodinorfina. En años recientes se han descrito nuevos péptidos opioides (nociceptina/orfanina y endomorfina) con propiedades diferentes a los tres péptidos opioides ya descritos [2, 3]. Gran parte de los efectos fisiológicos de estos opioides endógenos involucra los sistemas de modulación del dolor, de tal manera que los opiáceos han sido ampliamente utilizados como analgésicos. Uno de los primeros y más utilizados de dichos analgésicos es la morfina, la cual fue aislada por Sertürner en 1806 [4]. A pesar de sus efectos adversos y potencial adictivo, es uno de los analgésicos más utilizados. Por otro lado, en 1942 Weijlard y Erikson desarrollaron la nalorfina, fármaco con capacidad de revertir la depresión respiratoria producida por la morfina y acelerar el síndrome de abstinencia, conservando un efecto analgésico menor; es el primer opioide con acción agonista-antagonista mixta [4].
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