Inmotics: sustainability and comfort

Imnótica: sostenibilidad y comodidad

Los juegos olímpicos tienen un impacto social, urbano, cultural y económico de larga duración sobre las ciudades que sirven de sedes. Para el caso específico de los juegos olímpicos juveniles, cuya sede será la ciudad de Buenos Aires (Argentina), se ha seleccionado la propuesta de construir una villa olímpica, que en un principio hospedará a los participantes de los juegos y luego se convertirá en vivienda de interés social. Por otra parte, el Comité Olímpico Internacional requiere y promueve el principio de sostenibilidad ambiental; por lo tanto, las ciudades anfitrionas deben adaptarse a celebrar los juegos sin dejar de lado el manejo óptimo de los recursos. Es en este contexto que tecnologías como la automatización de construcciones se vuelven relevantes, y pueden ser aplicadas para cumplir los objetivos de brindar calidad de vida y de trabajo sin ignorar el uso eficiente de la energía. Adicionalmente, este tipo de soluciones generan grandes retos que sirven para promover el avance de la ciencia y el compromiso social.

I. INTRODUCCIÓN

En el marco del movimiento de los Juegos Olímpicos, Argentina ganó ser sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. Para lograrlo, la ciudad de Buenos Aires ha estado involucrada en un proceso de cambio para tener un buen desempeño y ser el lugar adecuado para albergar un evento de tales magnitudes.

Desde el año 2000, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha promovido un compromiso ético y socioeconómico con la sostenibilidad ¹. En consecuencia, los Juegos Olímpicos fomentan el desarrollo de habilidades y acciones que promueven el progreso medioambiental y social mediante el diseño de innovaciones, nuevos edificios y mejores estrategias para gestionar recursos como la energía. Por lo tanto, los lugares elegidos para albergar las Olimpiadas deben cumplir estas condiciones.

Por ello, las ciudades que acogen los Juegos Olímpicos han pasado por un proceso de transformación total, que incluye el diseño y la renovación de la arquitectura urbana y la implantación de nuevas tecnologías. Merece la pena hacer un breve recuento de los modelos según los cuales las ciudades se han adaptado para la ocasión.

Los Juegos Olímpicos que se celebraron cerca de la Primera Guerra Mundial (Londres 1908, Estocolmo 1912, Amberes 1920, París 1924 y Ámsterdam 1928) no tuvieron gran repercusión en las ciudades anfitrionas. Estas ciudades ofrecieron un modelo urgente y temporal para resolver el problema del alojamiento. La primera villa olímpica se construyó en Los Ángeles para recibir los juegos de 1932; la siguiente villa olímpica se construyó en Berlín para los juegos de 1936. Ambas villas establecieron un modelo básico que se aplicaría durante las dos décadas siguientes: "una estructura multifuncional que, además del alojamiento y el apoyo a los atletas, (incluía) equipamientos como zonas de entrenamiento, descanso y cuidado del cuerpo, así como zonas de recreo" ².