Panorama latinoamericano del pago por servicios ambientales
Latin American overview of payment for environmental services
Este documento busca proveer al lector de algunos elementos para el análisis y reflexión en torno al pago por servicios ambientales. Para ello, en primera instancia, aborda algunos conceptos básicos relacionados con economía ambiental, seguido de temas como la valoración económica de servicios ambientales y la implementación de mecanismos de pago por algunos de ellos. Lo anterior está enriquecido con experiencias o estudios de caso a nivel latinoamericano y colombiano.
1. INTRODUCCIÓN
Los recursos naturales proporcionan a la sociedad una gran cantidad de flujos de bienes y servicios que contribuyen a su bienestar. Sin embargo, estos recursos se caracterizan porque la mayoría son públicos y de libre acceso, por lo que carecen de un mercado donde intercambiarse. Esta situación conocida dentro de la economía ambiental como falla de mercado, puede causar un uso inadecuado o sobreexplotación de los recursos, pasando de estados de conservación a otros más deteriorados y afectando por consiguiente los beneficios que éstos brindan.
Para enfrentar esta situación, la economía ambiental busca aportar elementos para el estudio de los problemas ambientales, y se apoya en la perspectiva e ideas analíticas de la economía que estudia el cómo y por qué los agentes económicos toman decisiones acerca del uso de los recursos escasos para la satisfacción de las necesidades humanas; la economía ambiental amplía el análisis al involucrar las consecuencias ambientales que estas decisiones generan y busca cómo se pueden orientar las políticas e instituciones al equilibrio de los deseos humanos con las necesidades del ecosistema (Field, 1997).
Para la economía, el principal mecanismo para la asignación eficiente de los recursos es el sistema de mercado, donde se logra el óptimo de Pareto; en un mercado competitivo concurren los agentes de manera racional, es decir, buscando maximizar sus utilidades y generando señales, que son expresados en unidades monetarias, mostrando la disposición a pagar por los bienes y servicios, y solucionando de alguna manera el problema de la asignación de éstos, no obstante, en la vida real este mecanismo tiene fallas como las mencionadas inicialmente (Azqueta y Field, 1996).
Los mercados incompletos, las externalidades, los bienes de libre acceso y los bienes públicos constituyen las fallas de mercado en las que se encuentran muchos de los bienes y servicios ambientales que, por carecer de un mercado completo, carecen de precio, aunque no de valor, permitiendo de alguna manera que los agentes económicos tomen decisiones que no tengan en cuenta los costos o beneficios ambientales que le imponen a terceros. Esta situación se conoce como externalidad. Al enfrentar estas fallas, no se puede depender de los mercados para suministrar niveles eficientes de calidad ambiental, y hay que implementar políticas públicas ambientales para rectificarlas (Field, 1997).
Consecuente con lo anterior, se intenta encontrar el valor que apoye el proceso de toma de decisiones, de manera que cuando se utilice el medio ambiente, se conozca y se pague por el costo que su uso representa, o por alguna mejora o mantenimiento de la medida de la calidad ambiental de un determinado entorno y de los beneficios a la población afectada. La valoración económica del medio ambiente nos permite contar con un indicador de su importancia en el bienestar que facilita su comparación con otras alternativas de uso, acudiendo al dinero como unidad común. Sin embargo se plantean algunos interrogantes en torno a la ética de la valoración económica como ¿qué da valor al medio ambiente?, ¿quién expresa esos valores?, ¿cómo se expresan estos valores? Existen diversos métodos para valorar el medio ambiente y de acuerdo con la elección del método, los resultados serán los más ajustados a la realidad (Azqueta y Field, 1996).
Recursos
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Formatopdf
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Idioma:español
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Tamaño:965 kb