Valle de Aburrá: ¿Quo vadis?
Aburrá valley: ¿Quo vadis?
Se da una descripción somera de la evolución que ha tenido la prevención de los riesgos de origen natural en el Valle de Aburrá. Tanto la naturaleza litológica y estructural del valle como sus condiciones topográficas y climáticas lo hacen propenso a la ocurrencia de fenómenos naturales como sismos, movimientos de vertiente, avenidas torrenciales y, en menor grado, inundaciones. El aumento de la población que es actualmente de 3.5 millones de habitantes y la frecuente ocupación de lugares expuestos a amenazas han resultado en numerosos desastres. En este momento funcionan para la prevención y atención de desastres entidades como el SIMPAD y el DAPARD, con responsabilidades municipales y departamentales respectivamente. El grado de conocimiento del entorno físico del valle se considera insuficiente, así como las reglamentaciones que deberían tener como consecuencias de un uso de la tierra más acorde con las restricciones naturales.
Se han realizado ya varias reuniones acerca de la gestión de riesgos naturales en la zona y los organizadores de la de 2007, que conmemora el vigésimo aniversario de la catástrofe de Villa Tina, pueden tomar la decisión de llevarlas a cabo cada dos años. Asimismo proponen la creación de un grupo técnico científico permanente dispuesto a estudiar los eventos ocurridos, a fomentar la difusión de la información pertinente y en general a propender por un mejor conocimiento del Valle de Aburrá.
1. INTRODUCCION
Este trabajo es un intento de «mise au point» acerca de la relación entre los habitantes del Valle de Aburrá y su entorno natural. Este año se conmemora el vigésimo aniversario del desastre de Villa Tina y ese es el momento oportuno, para quienes han tenido como tema de estudio el medio físico y la ocupación del suelo en esta zona tan densamente poblada, para dar una mirada retrospectiva y formular algunas propuestas para el porvenir.
Las ideas aquí expresadas han sido discutidas con muchas personas a quien el autor agradece su participación en intercambios fructíferos. Sin embargo el autor asume en forma personal la responsabilidad de las opiniones emitidas.
2. EL ENTORNO NATURAL
El Valle de Aburrá es una depresión alargada que se extiende en dos tramos: uno de unos 30 km. de longitud va de sur a norte, desde Caldas hasta Bello, con un ensanchamiento máximo de unos 7 km a la altura de Medellín. El otro, más estrecho, está orientado hacia el noroeste, va de Bello a Barbosa y mide unos 35 km de largo.
El fondo del valle en Caldas está a unos 1800 m de altura sobre el nivel del mar y en Barbosa a unos 1400 m. Está rodeado por montañas que alcanzan unos 3000 m. como el Alto de San Miguel, el Cerro del Padre Amaya y el Cerro Boquerón y por altiplanos como el de Ovejas, el de Santa Elena, el de San Vicente Río Negro y el de Santa Rosa de Osos, situados a alturas entre 2600 m. y 2000 m. (Figura 1).
La precipitación del Valle de Aburrá está controlada principalmente por los vientos aliseos, cuyo recorrido es modificado por la topografía; con dos estaciones húmedas centradas alrededor de abril y de octubre, recibe lluvias que van de unos 1400 mm. en Barbosa hasta unos 3000 mm. al sur del valle. Las temperaturas medias varían de 22 a 13° C. en función de la altura y su fluctuación es diurna nocturna, ya que la localización a unos 6o 30 ́ al norte del ecuador impide variaciones térmicas estacionales (Pérez, 1993).
Recursos
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