De la bioética a la ecoética (Una reflexión desde el «Racionalismo dialéctico»)
From bioetics to ecoetics (A reflection from Dialectic rationalism)
La «crisis ambiental», a causa de la novedad, tiene dos características muy importantes. De un lado está el lenguaje en dos perspectivas. En la apreciación de Gastón Bachelard, el problema de la diversidad de conceptualizaciones y teorizaciones al respecto, y del lado de Nicholas Georgescu-Roegen, la carencia de una clara certificación. La ética de la tierra, escrita por Aldo Leopold fue una primera aproximación a la configuración de un comportamiento ético referido a la problemática ambiental; luego vino la concepción bioética, que por carencia de su certificación, no logró una fundamentación operacional ni teórica adecuada. En este sentido se hace necesario clarificar muy bien el lenguaje para tener una expresión definida sobre esa crisis ambiental, la cual se ubica dentro de una temática que desborda el interés científico y se constituye en una preocupación política a todos los niveles. La otra característica es ser una temática claramente transdisciplinaria, lo que hace necesario avanzar sobre una buena fundamentación operacional y teórica para evitar discusiones sin un objeto claro de trabajo que conduzca a referentes distintos e indistinguibles.
“El profesional no debe limitarse al ejercicio de
su profesión, sino también a la reflexión y estudio
del lugar que ocupa en la sociedad y las dinámicas que ella toma”
L. F. Gómez E., 2013.
Introducción
Esta reflexión se ha titulado “De la bioética a la ecoética”, porque, aunque el término bioética es de uso más corriente, se encuentra que su utilización no es homogénea, generando una problemática realmente complicada, en tanto su empleo termina asignándose a fenómenos que caen en distintas racionalidades que llevan a hacer impreciso su verdadero alcance.
En tales circunstancias, creo que es muy importante el desarrollo de este tema, pues se ganaría mucho si empezamos a reflexionar sobre el mejor uso de esta terminología. Ya en una ocasión anterior, en una primera aproximación, me encontré con que no era posible llegar a determinar un contenido inequívoco de la expresión «bioética», lo cual me llevó a concluir en ese entonces que se trataba de una “una expresión confusa” y que era muy interesante abrir entonces un debate que considero aún sigue vigente. En consecuencia, es conveniente seguir avanzando en el análisis de esa expresión.
Aparición de los conceptos centrales
El vocablo bioética aparece por segunda vez hacia 1970, acuñado por R. Potter (1999), quien lo definió como una ciencia de supervivencia. En esta perspectiva, al año siguiente se planteó la necesidad de hacer de la bioética un campo para tender puentes hacia el futuro, dada la gran amenaza ambiental del desarrollo técnico que se hizo explícita en ese tiempo. Era la época en la que la «Crisis Ambiental» era el centro de las preocupaciones en muchos escenarios y alrededor de la cual se estaba desarrollando una gran actividad investigativa en biología, dentro de la concepción neodarwiniana. En efecto, entre 1953 (cuando se elucida la estructura de doble hélice del cromosoma, por Watson, Crick y Wilkins) y 1973 (cuando se crea el primer organismo transgénico en el laboratorio, mediante el trabajo de Boyer y Cohen al insertar genes de un sapo africano en bacterias, lo cual constituyó un gran salto que echó las bases de la ingeniería genética como elemento más reciente de la milenaria biotecnología), se suceden una importante cantidad de aportes investigativos orientados desde la biotecnología y las relaciones biología/entorno.
Recursos
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Formatopdf
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Idioma:español
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Tamaño:200 kb