Actualización de inventario de especies de hifomicetos acuáticos en Venezuela
Update of the aquatic hyphomycetes species report in Venezuela
Los hongos Ingoldianos, también conocidos como hifomicetos acuáticos, son un grupo de hongos imperfectos microscópicos que en el ecosistema acuático son potencialmente responsables de degradar la materia vegetal, facilitando así el ciclaje de nutrientes en niveles tróficos superiores. Este rol resalta la importancia de los hifomicetos en dos aspectos: son bioindicadores de calidad de agua en ríos de bajo orden, y en el ámbito biotecnológico, poseen diversas y numerosas enzimas que facilitan su desarrollo en el ambiente acuático. Lo anterior señala la importancia de actualizar las características, el registro e ilustraciones de las especies fúngicas presentes en la franja tropical de América Latina, región del mundo donde son aún pocos los registros de dichos organismos. El objetivo de este trabajo es realizar esa actualización en la República Bolivariana de Venezuela.
Introducción
Los hifomicetos acuáticos constituyen un grupo filogenéticamente artificial y heterogéneo de hongos microscópicos imperfectos, esencialmente morfos ascomicetes y basidiomicetes (Webster 1992; Dix y Webster 1995), emparentados preliminarmente con hongos endófitos a través de análisis moleculares filogenéticos recientes (Seena y Monroy 2015). Sus esporas asexuales o conidios presentan diferentes morfologías, en su mayoría tetraradiadas, formas radiadas o estrellas (con una parte central, desde la cual tres o cuatros brazos son proyectados en posición divergente), un pequeño grupo de tipo sigmoide o fusiformes, otro de formas enrolladas y esféricas, y finalmente, uno de esporas de forma convencional (Ingold, 1975) catalogado como hongos Ingoldianos (en honor a Ingold como su primer descriptor). Dentro de los hongos Ingoldianos se encuentran los aeroacuáticos (se desarrollan dentro y fuera del agua) y demateaceos (facultativos, viven en el medio terrestres y acuático) (Fernández et al., 2010).
Las formas aerodinámicas de los hifomicetos les permiten permanecer suspendidos en el agua por periodos largos de tiempo, aumentando su probabilidad adherirse a sustratos orgánicos disponibles para colonizar (Goh y Hyde 1996). De tal manera, estos hongos son dominantes en la colonización de las hojas deciduas o cualquier materia particulada que cae en las corrientes de agua, constituyendo un importante puente trófico entre las hojas sumergidas y los invertebrados del sistema lótico de bajo orden (Arsuffi y Suberkropp 1984; Bärlocher 1992a, 1992b, 1992c), y su comunidad se conforma por las estructuras esporulantes que se desarrollan sobre la superficie foliar o los conidios liberados desde las hojas (Chamier y Dixon 1982; Bärlocher 2000; Descals y Moralejo 2001).
Estos microorganismos fúngicos pueden considerarse bioindicadores de la calidad de agua desde el punto de vista ecológico, debido a que su presencia está concatenada a buenas condiciones fisicoquímicas y microbiológicas del agua. Asimismo, el grupo de enzimas de carácter degradativo que presentan los hifomicetos, potencia su utilización biotecnológica industrial y biorremediativa (Fernández et al.2010).
La descripción de la mayoría de estos hongos se centra principalmente en las regiones frías y templadas, identificándose aproximadamente 335 especies (Roldán y Honrubia 1988; Roldán et al. 1987; 1988; Bärlocher 1992a; Goh y Hyde 1996; Harrington 1997; Czeczuga y Orlowska 1999; Gönczol et al.1999; Prokhorov y Bodyagin 2007a, 2007b; Shearer et al. 2007; Duarte et al. 2015). Los registros de hifomicetos en los trópicos son pocos a pesar de ser la franja geográfica donde se localiza la mayor diversidad biológica, razón por la cual no es posible estimar una diversidad real de hifomicetos acuáticos en la zona (Duarte et al. 2015). No obstante, Graça et al.(2015) indican que esto no solo se debe a la falta de trabajos en el tema, sino a la no estacionalidad, inadecuados métodos de toma de muestra, pobre turbulencia y bajo contenido de nutrientes en los ríos estudiados, así como a la competencia con otros organismos por el recurso vegetal (Graça et al. 2015).
Recursos
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Idioma:español
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