Orígenes y evolución de las arborizaciones urbanas en América Latina con énfasis en Bogotá y Medellín. Formas urbanas colonial, republicana y protomoderna
Evolution of Urban Tree Planting in Latin America with emphasis in Bogotá and Medellin. Colonial, Republican and Proto-modern Urban Forms
El artículo estudia las arborizaciones urbanas en el subcontinente latinoamericano, haciendo énfasis en dos ciudades colombianas: Bogotá y Medellín. Se establecieron tres etapas para el análisis que corresponden a tres diferentes manifestaciones de la forma urbana latinoamericana: i) la ciudad colonial; ii) la ciudad republicana; y iii) la ciudad protomoderna. Se examina, a partir de fuentes secundarias, los orígenes y la evolución de la arborización en América Latina, teniendo en cuenta las primeras especies plantadas, las especies que fueron sembradas de forma masiva, los espacios públicos en los cuales se plantaron, y los aciertos y deficiencias de las primeras arborizaciones. Aunque este trabajo no es ni pretende ser exhaustivo, sí permite elaborar una buena aproximación a los procesos de arboricultura urbana en las áreas objeto de estudio y durante la ventana de tiempo establecida —es decir, desde la fundación de las primeras ciudades en el Nuevo Mundo hasta mediados de la década de 1950—, y además, evidenciar el predominio excesivo de las especies introducidas.
Introducción
Los árboles en las ciudades generan beneficios sociales, económicos, ambientales, ecológicos, culturales y de salud pública, que contribuyen a una mejor calidad de vida para los habitantes. Socialmente hablando, el arbolado urbano estimula el fortalecimiento de las comunidades y favorece la apropiación del espacio público, lo que significa barrios más seguros y disminución de la criminalidad (Kuo, 2003). En términos económicos los árboles urbanos generan beneficios directos en su entorno inmediato, puesto que incrementan el valor de los bienes inmuebles (Price, 2003; Sander et al., 2010); y de manera indirecta, representan ahorros significativos por concepto de consumo de energía, gestión de escorrentías pluviales y reducción de la contaminación (Soares et al., 2011). A nivel ambiental las arborizaciones urbanas contribuyen con la purificación del aire, reducen los niveles de material contaminante de la atmósfera, disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuyen con la mitigación del cambio climático (Baró et al., 2014); reducen el efecto de islas de calor (Akbari et al., 1990; Konopacki y Akbari, 2000), minimizan el ruido, contribuyen con la gestión de las aguas pluviales y fortalecen el ciclo hidrológico (Bolund y Hunhammar, 1999).En lo concerniente a la ecología, los árboles urbanos contribuyen con la conservación de la flora, puesto que son bancos de germoplasma vivos (Millar, 1993), y de la fauna, gracias a que establecen ambientes propicios para la conservación de la avifauna urbana (OsorioOlarte, 2012) y de otras especies animales que han encontrado nicho en las ciudades, como por ejemplo, las ardillas (Parker y Nilon, 2008), las iguanas, las lagartijas, los murciélagos, los osos perezosos y los monos aulladores, entre muchos otros. También participan en la conservación de los ecosistemas, cuando están vinculados a cuerpos de agua como quebradas, ríos, lagos, lagunas y humedales, o cuando, a través del diseño del paisaje urbano, se establecen corredores ambientales urbanos que vinculan y comunican, los ecosistemas que hacen parte de la ciudad, con los que se conservan en la periferia (Ignatieva et al., 2011). En cuanto a la salud humana, los árboles urbanos juegan un rol preponderante porque secuestran carbono y capturan una amplia variedad de partículas en suspensión que son fuente de enfermedades respiratorias, en tanto generan ambientes placenteros y apropiados para la recreación que reducen los niveles de estrés urbano, y por ende, benefician la salud mental de la población ( Jackson, 2003). Así mismo, los árboles urbanos contribuyen al fortalecimiento de varios de los Objetivos del Desarrollo SostenibleODS, específicamente los objetivos: 3) “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”; 6 “Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”; y 11 “Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles” (Naciones Unidas, 2016).
Recursos
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Formatopdf
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Idioma:español
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Tamaño:230 kb