Optimizando la producción agrícola: análisis de sistemas para operacionalizar la agricultura multifuncional
Optimizing the agricultural production: systems analysis to operationalize multifunctional agriculture
Son varios los retos contemporáneos en el uso de suelo que acentúan su cambio, como la contaminación y la degradación. En esta comunicación corta se examinan los sistemas agrícolas multifuncionales como alternativa para operacionalizar la sostenibilidad productiva, ecológica y económica. No obstante, se hace hincapié en su inherente complejidad, que limita su evaluación y validación. Así, se sugiere el análisis de sistemas como plataforma conceptual y operativa para evaluar los sistemas agrícolas multifuncionales, y se toman los sistemas agroforestales de Tomé-Açú en la Amazonia brasileña como ejemplo. La metodología propuesta logra identificar los factores determinantes que promueven la multifuncionalidad en los sistemas agrícolas, y complementariamente estima los trade-offs que resultarían de implementarlos. Además, se incluye la participación de grupos de interés en el análisis, de tal manera que se legitiman los resultados obtenidos. Más allá del ejemplo, el análisis de sistemas se propone como opción tanto teórica como operativa en el análisis de situaciones reales y complejas, pues las dos constituyen cualidades clave para la toma de decisiones.
Introducción
Desafíos contemporáneos en el uso del suelo
El término ‘uso del suelo‘ alude a la utilización actual y modificaciones precedentes hechas por los seres humanos sobre el paisaje. Tales modificaciones implican cambios no solo en la morfología, sino en su estructura y funcionamiento. Originalmente, tales cambios tenían propósitos y escalas específicas, pero actualmente han alcanzado una escala global, al punto de definir nuestra era geológica como antropoceno.
El cambio de uso del suelo tiene efectos directos en el ambiente y en el paisaje. Por ejemplo, la conversión de bosques en tierras agrícolas altera la composición y la ecología de los ecosistemas, substituyéndolos por sistemas homogéneos de rotación intensiva de materia y energía orientados a la exportación de productos específicos. Esto determina un paisaje uniforme, dependiente y vulnerable, antitético del bosque al que reemplazó. Situaciones análogas ocurren con la minería, industria y transporte, que generan grandes volúmenes de contaminantes; y la urbanización, que además concentra el consumo en espacios pequeños y genera deshechos de modo masivo. Tales fenómenos han cambiado el paisaje global. Las emisiones de humos, relaves y escorias en el aire, agua y suelos han alterado los ciclos biogeoquímicos de gran escala, como el que determina el clima; al igual que la desaparición y fragmentación de áreas naturales, que han causado la pérdida de biotopos y ecosistemas, desencadenando la deriva genética, disminución y extinción de especies (Foley et al., 2005).
A los anteriores fenómenos se han sumado recientemente la adquisición masiva de tierras por inversores (land grabbing); el neoextractivismo, el uso de tierras colectivas para explotaciones corporativas; el desplazamiento forzado por violencia, la construcción de infraestructura, la migración climática, entre otros (Burchardt y Dietz, 2014; Rulli et al., 2013)que requieren de enfoques más integradores para lograr un manejo sostenible, ambiental, social y económico del uso del suelo.
Recursos
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Formatopdf
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Idioma:español
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Tamaño:177 kb