Débora Arango
(11 de Noviembre de 1907, Medellín, Colombia – 4 de diciembre de 2005, Envigado, Colombia)
El arte como manifestación de la cultura nada tiene que ver con los códigos de la moral
Pintora, acuarelista y ceramista antioqueña, considerada una de las más grandes artistas colombianas. Generó polémica por sus obras llenas de crítica social y política, además de ser la primera artista en resaltar los desnudos femeninos.
Hija del comerciante Cástor María Arango Días y Elvira Pérez, fue la séptima de 11 hermanos en una familia de la alta sociedad. Desde niña mostró rebeldía al vestirse de hombre y montar a caballo (ejercicio que solo podían hacer los hombres a su edad). Su madre percibió el talento innato para la pintura, por lo que apoyó e impulsó su profesión artística. Débora realizó sus primeros estudios y el bachillerato en el Colegio María Auxiliadora de Medellín. Sus estudios profesionales fueron efectuados en el Instituto de Bellas Artes de Medellín, dirigido por Eladio Vélez.
Débora fue aprendiz, desde 1932, del reconocido pintor Eladio Vélez, quien inculcó en ella la destreza para el dibujo. En 1935 estudió con el maestro Pedro Nel Gómez, con quien comprendió la vitalidad del movimiento, la dinámica de la forma y asumió los valores del humanismo y el estilo expresionista. En 1937 junto a otras estudiantes de Pedro Nel Gómez, realizó su primera exposición de acuarelas llenas de paisajes, animales y naturaleza muerta. Un año después hizo parte de la "Exposición de Artistas Profesionales" en el Club la Unión de Medellín exponiendo 9 cuadros entre acuarelas y óleos. La polémica por sus obras empezó cuando uno de los dos desnudos femeninos presentados Cantarina de Rosa ganó el primer puesto de la exhibición.
En 1940 Débora Arango realizó su primera exposición individual en el Teatro Colón gracias a una invitación del ministro de cultura Jorge Eliecer Gaitán. Desafortunadamente, la exposición fue cancelada un día después de ser instalada debido a señalamientos morales y cuestiones políticas promovidas principalmente por el político conservador Laureano Gómez, quien veía sus obras como inmorales, pornográficas y perversas...
