Ing. MSc. Juan Andres Sandoval Herrera

Docente investigador 
Departamento de Procesos Químicos, Fundación Universidad de América
Bogotá, Colombia
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Biocombustibles: logros y perspectivas

Biofuels: achievements and perspectives

Es bien sabido que el uso excesivo de las fuentes de energía tradicionales (carbón, petróleo y gas) ha generado impactos ambientales negativos en todo el planeta: en algunos países el carbón continúa siendo la principal fuente de energía, con sus consecuencias extremas sobre la salud humana por daño de la calidad del aire, principalmente  por emisión de partículas; el deterioro paisajístico por remoción de capa edáfica; y destrucción de ecosistemas. El petróleo y el gas usados en mayor, o menor medida por todos los países contribuyen con la producción de gases de efecto invernadero y el calentamiento global por medio de las emisiones continuas de CO₂, material particulado, compuestos orgánicos volátiles e inclusive metales a la atmósfera. Pero también los vertimientos sin control de desechos líquidos y semisólidos a fuentes de aguas superficiales son algunos de los impactos que más daño causan a la fauna, a la flora, e inclusive a la salud humana, como ya se ha demostrado. De igual manera, se debe tener en cuenta el almacenamiento de desechos sólidos tóxicos inherentes a la cadena de producción de dichos combustibles, con sus riesgos asociados.

Aunado a lo anterior, el deterioro en los precios del petróleo, principal combustible fósil, ha impulsado el cambio de orientación de los esfuerzos hacia las fuentes alternativas de energía: solar, eólica, así como a la obtención de nuevos biocombustibles más eficientes técnica, económica y ecológicamente. En Colombia, a partir de 2003 se dio el auge por estos productos, motivado por las condiciones climatológicas favorables para el cultivo de palma de aceite africana, como insumo para la producción de biodiesel; la necesidad de expansión de la industria azucarera, así como por la ley 693 de 2001 que establecía la mezcla de compuestos oxigenados tales como alcoholes carburantes en la gasolina. 

La producción de biodiesel ha venido ganando terreno en nuestro país: de acuerdo con Delgado, Salgado y Perez (2015), en 2015 había seis plantas de producción de bioetanol y seis de biodiesel. Para mayo de 2020 había 12 plantas productoras de biodiesel y 6 de bioetanol, con un pico de producción de etanol en 2018 de 484.2 millones de litros y  431844 toneladas de biodiesel de aceite de palma, según Fedebiocombustibles.