Ninguna sociedad puede ser feliz y próspera si la mayor parte de sus ciudadanos son pobres y miserables.
Economista y filósofo destacado por ser uno de los máximos exponentes de la economía clásica. Su obra más importante fue La riqueza de las naciones. Actualmente es denominado el padre del liberalismo y el creador de la ciencia económica.
Fue hijo único del segundo matrimonio del inspector de aduanas Adam Smith y de Margaret Douglas. Cuando tenía 4 años fue raptado por gitanos, quienes lo abandonaron en un bosque donde fue encontrado gracias a su tío. Desde su niñez se destacó por ser un excelente alumno en la escuela elemental de Kirkcaldy y poseer una memoria admirable. Su pasión por el estudio hizo que ingresara a la Universidad de Glasgow a la edad de 14 años. Allí se apasiona por las matemáticas y es fuertemente influenciado por las enseñanzas económicas y filosóficas de su maestro de filosofía moral, Francis Autcheson. Al graduarse, ganó una beca para el Balliol College de Oxford, donde finalizó sobresalientemente sus estudios a la edad de 23 años. Luego de pasar un tiempo buscando trabajo, en 1748 su amigo Lord Henry Kames intervino para que realizara algunas cátedras de retórica como profesor ayudante en Edimburgo. Durante los dos siguientes años se instruyó en retórica, economía e historia, publicó un artículo en la Edinburgh Review y entabló una fuerte amistad con el filósofo David Hume
En 1751, Smith empezó a dar la cátedra de lógica y al año siguiente la de filosofía moral en la Universidad de Glasgow. Reconocido como un excelente maestro, se convirtió en decano de la facultad en 1758. Su prestigio sobrepasó fronteras y se dice que Voltaire enviaba desde Francia a sus alumnos a instruirse con la gran sabiduría del profesor. Por esta época Smith perteneció al selecto grupo de Glasgow integrado por intelectuales, científicos y prestigiosos hombres de negocios.
Publicó su primer libro Teoría de los sentimientos morales en 1759, denominada, su obra maestra desde la perspectiva filosófica; un manuscrito donde expuso los fundamentos de la naturaleza humana que guían el comportamiento del hombre en sociedad. También dio a conocer por primera vez la metáfora de la mano invisible, que, sin saberlo y sin proponérselo, orienta el interés egoísta de la persona hacia el bien de la sociedad.
El libro fue un éxito editorial, consagrándose como uno de los grandes pensadores del momento. En 1764, Smith se instaló en Francia donde fue tutor del Duque de Buccleuch, con quién viajó brevemente a Ginebra; allí conoció personalmente a Voltaire, por quien sentía una gran admiración.