Hija de Jacob y Grace van Binsbergen, se crió junto a sus hermanos en Países Bajos e Inglaterra. Después de cursar su educación secundaria, a los 19 años, entró a la Escuela de Trabajo Social de Ámsterdam. En 1941, mientras estaba estudiando fue arrestada porque sospechaban que Marion estaba en contacto con la resistencia, por ello estuvo siete meses en prisión. Un día, mientras iba camino a la universidad, Marion vio cómo los soldados del ejército alemán tomaban a los niños judíos.
Los alemanes agarraban a los infantes (entre dos y ocho años) de los cabellos o de sus extremidades y los tiraban en los camiones. Después de eso vio "a dos mujeres que bajaban por la calle tan furiosas que atacaron a los soldados alemanes, y simplemente recogieron a las mujeres y las arrojaron en el camión tras los niños". Este evento la hizo reaccionar y dedicar su vida a salvar a los niños judíos. Para salvarlos utilizó muchas estrategias como registrar a los niños como sus propios hijos o encontrar hogares no judíos para resguardarlos. También ayudó a familias judías a obtener tarjetas de racionamiento y a conseguir identificaciones falsas para evitar que fueran capturadas por los nazis. Según sus cálculos ayudó de una u otra forma a rescatar 150 niños judíos.
Quizá el rescate más famoso llevado a cabo por Marion fue el de la familia Polak. Ella ocultó a Fred y a sus tres hijos Erica, Lex y Tom en su casa. Como las redadas nocturnas para capturar judíos eran frecuentes, Marion y Fred idearon una estrategia para salvar a los niños, si se sentían en peligro, él y sus hijos debían empujar la mesa del café y la alfombra de la sala, y luego levantarían las tablas del piso para poder esconderse en un pozo. Una noche de 1944, Marion fue delatada y tres oficiales nazis y un colaborador de los Países Bajos entraron su casa buscando a la familia Polak, pero el padre y los tres niños estaban resguardados en el pozo y no fueron encontrados.
Sin embargo, hora y media después, el colaborador de los nazis volvió (esta vez sin los 3 oficiales) y encontró a los niños Erica, Lex y Tom fuera del escondite... En esta ocasión, Marion Pritchard se vió obligada a buscar el arma que escondió para emergencias y dispararle al colaborador nazi.