Relationship between vitamin intake and total antioxidant capacity in elderly adults

Relación entre la ingesta de vitaminas y la capacidad antioxidante total en adultos mayores

El consumo de alimentos con alto contenido de antioxidantes naturales, como frutas y verduras, se asocia con un menor riesgo de enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo. El objetivo de este estudio fue establecer la relación entre la capacidad antioxidante plasmática en adultos mayores de cincuenta años y su ingesta de vitamina A, C y E. Evaluamos 118 recordatorios de ingesta de alimentos de 24 horas. La ingesta de vitamina A, C y E se cuantificó mediante tablas de composición de alimentos. Se cuantificaron los fenoles plasmáticos mediante el método de Folin-Ciocalteu. La capacidad antioxidante se determinó mediante los métodos de capacidad antioxidante equivalente de Trolox (TEAC) y capacidad de absorción de radicales de oxígeno (ORAC). Se realizaron análisis de correlación entre las variables estudiadas y se encontró una correlación positiva en la mayoría de los casos. Sin embargo, ninguna de las correlaciones fue estadísticamente significativa. En todos los casos, el valor de p fue> 0,05. La cuantificación de la ingesta de nutrientes no es un predictor adecuado de la capacidad antioxidante plasmática en personas mayores de cincuenta años.

INTRODUCCIÓN

Las pruebas científicas actuales indican que el estrés oxidativo está directamente implicado en la aparición y el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares, la artritis reumatoide y algunas enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson (Luc & Fruchart 1991, Darlington et al. 2001, Pulido et al. 2005, Sharma et al. 2008). El estrés oxidativo implicado en la patogénesis de estas enfermedades es consecuencia del aumento de la producción de radicales libres (FR) y de la incapacidad de los sistemas antioxidantes del cuerpo humano para contrarrestar los efectos negativos (Rao et al. 2011) que conducen al daño tisular, producto de la alteración oxidativa de macromoléculas como los lípidos y el ADN (Diplock et al. 1998).