La idea de encontrar un atajo para viajar a través del espacio y el tiempo ha cautivado la imaginación de la humanidad desde hace mucho tiempo.
Usando ecuaciones de Albert Einstein se ha postulado la existencia de estos atajos a través del universo, para que en vez de tener que recorrer miles de años luz podamos doblar el espacio-tiempo para crear un túnel.
A estos hipotéticos atajos les han puesto distintos nombres a lo largo de la historia:
Túneles de Flamm (1916), el Experimento de Weyl (1922), Puentes de Einstein-Rosen (1936) o “Agujeros de Gusano” como los llamó John Wheeler en 1957.
¿Pero qué son y cómo funcionan? De ellos hablamos en este video.
Esta es una versi&ocute;n de prueba de citación de documentos de la Biblioteca Virtual Pro. Puede contener errores. Lo invitamos a consultar los manuales de citación de las respectivas fuentes.
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