Los jaguares estuvieron exterminados durante décadas en el norte argentino. Un gran proyecto de reintroducción ahora posibilita su regreso. El objetivo es restaurar el equilibrio en el ecosistema del humedal de Esteros del Iberá.
Regresa la naturaleza. Desde la década de 1970 estaban extintos en el humedal de Esteros del Iberá los jaguares, ciervos de pantano, tapires, nutrias gigantes y osos hormigueros, cuando los campesinos y cazadores acabaron con estos raros animales. En la década de 1990, el multimillonario estadounidense Douglas Tompkins descubrió esta vasta zona pantanosa del norte de Argentina. La compró y comenzó a restaurarla. Su visión: dejar que la naturaleza siga su curso. Y funciona. Ahora, la reintroducción de los jaguares es uno de los grandes proyectos de Sudamérica. Sin embargo, la reconstrucción del hábitat perdido no está exenta de obstáculos. La desconfianza y la resistencia de la población local desafían a los amantes de la naturaleza. ¿Un estadounidense que compra enormes terrenos para restaurarlos? Sin embargo, detrás de esto solo está el sencillo deseo de mejorar el mundo, de enviar una señal positiva en la lucha contra la deforestación y la destrucción del medio ambiente. El éxito ya es visible. La fauna ha regresado y los lugareños también se están beneficiando del turismo que ahora ha surgido.
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