
Hollejo de papa. © PxHere.
2025-07-08
Aprovechamiento de la cáscara de papa: abono natural y recurso culinario
La papa (Solanum tuberosum) es uno de los cultivos más importantes del continente americano, tanto por su historia como por su papel en la seguridad alimentaria. Originario de los Andes, este tubérculo ha sido cultivado durante miles de años por pueblos indígenas, que descubrieron en él una fuente rica de energía y nutrientes. Tras la colonización europea, su cultivo se expandió por todo el mundo, pero América, especialmente países como Perú, Colombia, Bolivia y Estados Unidos, sigue siendo un epicentro productivo. Según datos de la FAO, América Latina produce cerca de 25 millones de toneladas anuales, siendo un motor económico en zonas rurales. A pesar de su importancia, el proceso de producción y consumo de papa genera residuos considerables, entre ellos la cáscara, que suele desecharse sin un tratamiento adecuado. No obstante, investigaciones recientes y saberes tradicionales han resaltado el valor de este residuo como abono orgánico y como ingrediente nutritivo en la cocina contemporánea.
La cáscara de papa como abono orgánico
Uno de los usos más interesantes y sostenibles de la cáscara de papa es su aplicación como abono orgánico. Este residuo vegetal es rico en potasio, fósforo, magnesio y pequeñas cantidades de nitrógeno, minerales esenciales para el crecimiento de las plantas. Cuando se somete a procesos de compostaje, la cáscara se descompone rápidamente, lo que la convierte en un acelerador natural del compost. Además, al ser un material de origen vegetal, no introduce contaminantes químicos al suelo, a diferencia de algunos fertilizantes sintéticos.
Existen distintas formas de utilizar la cáscara de papa en la agricultura doméstica. Una de las más sencillas es triturarla y enterrarla directamente en la tierra de los cultivos o jardines, lo que mejora la estructura del suelo y aumenta su capacidad de retención de agua. Otra alternativa es incorporarla en compostadoras caseras, donde, junto con otros restos orgánicos, se transforma en humus en un lapso de semanas. Investigaciones realizadas por universidades agrícolas, como la Universidad Nacional Agraria La Molina en Perú, han demostrado que su inclusión en compost mejora significativamente la calidad del sustrato, promoviendo el crecimiento de cultivos hortícolas.
Además del beneficio directo sobre la fertilidad del suelo, el uso de cáscara de papa como abono contribuye a una gestión más sostenible de los residuos orgánicos. En contextos urbanos, donde el desperdicio alimentario es elevado, esta práctica puede ser integrada en programas de reciclaje comunitario o huertas urbanas, reduciendo la cantidad de basura orgánica en vertederos y disminuyendo la emisión de gases de efecto invernadero.

Cáscara de papa en la gastronomía: un ingrediente con potencial
Más allá del uso agrícola, la cáscara de papa está ganando reconocimiento como ingrediente culinario en diversas cocinas del mundo. Este aprovechamiento se inscribe en una tendencia más amplia hacia la gastronomía sostenible, que busca reducir el desperdicio de alimentos y valorar todas las partes de un producto. Aunque tradicionalmente se ha descartado por su textura o apariencia, la cáscara contiene una alta concentración de fibra, antioxidantes como polifenoles, y micronutrientes que se pierden cuando se desecha.
En la alta cocina y en hogares creativos, las cáscaras se utilizan como base para snacks crujientes, chips saludables o como ingrediente en caldos, guisos y salsas. Preparadas al horno con un poco de aceite, sal y especias, pueden transformarse en aperitivos sabrosos y nutritivos. En algunos restaurantes de cocina fusión, se incorporan incluso en empanizados o como parte de rellenos vegetales. Esta práctica, además de innovadora, responde a un compromiso ético y ambiental: aprovechar al máximo los alimentos disponibles.
El interés por este tipo de preparaciones también ha impulsado iniciativas educativas y comunitarias. Talleres de cocina sostenible en escuelas y barrios, por ejemplo, enseñan a reutilizar residuos vegetales como la cáscara de papa, no solo por economía sino por conciencia ambiental. También se han publicado recetas en libros de cocina y plataformas digitales, con el fin de difundir su uso y desmitificar la idea de que la cáscara es “basura”. A nivel nutricional, estudios del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) han demostrado que muchas de las vitaminas del tubérculo —como la C y algunas del complejo B— se concentran precisamente en su piel.
Retos y precauciones en su uso
Aunque el aprovechamiento de la cáscara de papa presenta múltiples beneficios, existen algunas consideraciones importantes. En primer lugar, debe evitarse el uso de papas tratadas con pesticidas o ceras en aplicaciones alimenticias. Para el consumo humano, lo ideal es emplear papas orgánicas o asegurarse de lavarlas minuciosamente. En cuanto a su uso como abono, es necesario controlar la cantidad para evitar desequilibrios en el compost, ya que un exceso de cáscaras puede atraer plagas o provocar fermentaciones inadecuadas.
Otro aspecto a considerar es el almacenamiento. Las cáscaras se descomponen rápidamente, por lo que si no se utilizan de inmediato, deben ser refrigeradas o secadas para evitar malos olores y la proliferación de hongos. En proyectos a mayor escala, como compostajes comunitarios o producción industrial de snacks, estas limitaciones se gestionan con protocolos específicos de higiene y manipulación.
Pese a estos retos, la tendencia es clara: cada vez más comunidades, emprendedores, chefs y agricultores están incorporando la cáscara de papa en prácticas cotidianas sostenibles, lo que demuestra su versatilidad como recurso natural subutilizado.
Más allá de su valor alimenticio, la papa representa una oportunidad para avanzar hacia modelos de producción y consumo más responsables. Su cultivo, cuando se maneja con prácticas agroecológicas, mejora la biodiversidad del suelo, ayuda a retener carbono y se adapta bien a climas diversos sin requerir grandes cantidades de insumos químicos. Aprovechar la cáscara —ya sea como abono o en la cocina— permite cerrar el ciclo de producción, reducir desperdicios y educar sobre el valor de los residuos. En un contexto de crisis ambiental y necesidad de sistemas alimentarios sostenibles, revalorizar todos los componentes del cultivo de papa, incluida su cáscara, es un paso hacia una agricultura circular, consciente y resiliente.
Referencias
Argenpapa. (2020).¿Para qué sirve la cáscara de papa? Los mejores usos y beneficios.
https://www.argenpapa.com.ar/noticia/9472-generalidades-iquest-para-que-sirve-la-cascara-de-papa-los-mejores-usos-y-beneficios
Camacho-Oviedo et al. (2019). Uso de las cáscaras de papa (Solanum tuberosum L) en la clarificación del agua de la Ciénaga de Malambo. DOI: 10.17081/invinno.8.1.3572
File:234 Solanum tuberosum L.jpg. (2024, December 17). Wikimedia Commons.
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?title=File:234_Solanum_tuberosum_L.jpg&oldid=971516205
Infocampo. (s. f.). Compost: Cómo usar la cáscara de papa como abono para la huerta en casa.
https://www.infocampo.com.ar/como-usar-la-cascara-de-papa-que-tiramos-a-la-basura-en-la-huerta-del-hogar/
Portal Frutícula. (2021). Usos de las cáscaras de patata (papa) en el huerto.
https://www.portalfruticola.com/noticias/2021/06/18/usos-de-las-cascaras-de-patata-papa-en-el-huerto/
PxHere. (s.f.). Cáscara de papa [Imagen].
https://pxhere.com/es/photo/990233#google_vignette
Zamudio, C. (2023). ¿Para qué sirve la cáscara de papa? Descubre qué usos le puedes dar en tu hogar? El Comercio Perú.
https://elcomercio.pe/mag/respuestas/que-usos-puedes-darles-a-las-cascaras-de-las-papas-trucos-caseros-hacks-nndamn-noticia/?ref=ecr
Felipe Chavarro
Copy editor
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