Se realizaron experimentos investigando la citronela (Cymbopogon winterianus Jowitt) como repelente para la abeja Apis mellifera (L.) (Hymenoptera: Apidae) en Egipto, se llevó a cabo en el laboratorio del Departamento de Entomología y Ciencias de los Pesticidas, Facultad de Agricultura, Universidad de El Cairo, para verificar la supervivencia a largo plazo de la abeja cuando se expone a diferentes nanoinsecticidas solos o combinados con citronela en la misma caja de examen para cada uno. En este estudio, utilizamos un enfoque de modelado con respecto a los datos de supervivencia de las abejas obreras enjauladas bajo exposición crónica a cuatro insecticidas (cloropirofos, nano-cloropirofos imidacloprid, nano-imidacloprid) cada uno de ellos se complementó en una caja solo y en combinación con citronela. Tener tres réplicas y cinco concentraciones (100, 200, 300, 400 y 500 ppm). El bioensayo de laboratorio de estos insecticidas mostró que el cloropirofos y el nanocloropirofos fueron los más tóxicos en dosis altas (500 ppm), con LT50 de 120,98 y 122,02 minutos, seguidos de 132,14 y 136,5 minutos para el imidacloprid y el nano-imidacloprid, respectivamente. No se observó consumo de jarabe de azúcar mezclado con insecticidas por parte de las abejas en ninguno de los tratamientos cuando se añadió citronela. Estos datos sugieren que la adición de citronela es muy eficaz cuando se utilizan pesticidas nicotinoides para prolongar la vida de las abejas y protegerlas.